Información, el gran problema de las pymes para atraer inversión y financiación

Hace unos días hablamos con Rai Burguera, de Ritmo. Desde Ritmo facilitan financiación en tiempo récord y sin garantías a negocios digitales, normalmente ecommerce y empresas SaaS (Software as a Service). Nadie duda de que el acceso a capital es hoy una ventaja competitiva. ¿Por qué las empresas como Ritmo no ofrecen esta financiación alternativa a empresas cuyos negocios no están vinculados al mundo digital? Empresas que, como estas, cuentan con problemas de circulante para crecer o necesitan financiar picos en ciertos momentos del año.

¿La respuesta? La falta de datos fiables y en tiempo real.

El sistema de reporting financiero de las pymes y el acceso a sus cuentas anuales está anclado en el pasado. Como poco, va muy por detrás de la velocidad actual del mundo. ¿Cómo puede ser que para acceder a las cuentas de una empresa tengamos que esperar entre 6 y 12 meses? En pymes, el problema se agrava, por la fiabilidad de la información financiera. Y no, la auditoría no es suficiente, ni de lejos. En nuestro día a día analizamos decenas de empresas y un paso lógico es el análisis de sus estados financieros. Esto lo hacemos para entender sectores en los que estamos trabajando o para identificar targets cuando asesoramos en estrategias de crecimiento inorgánico (compra de empresas). Como en todo y siendo conscientes de la poca validez de los márgenes que vemos reflejados, tenemos que intentar sacar insights, la “big picture”.

Desde luego, no esperamos que las pymes tengan que profesionalizar hasta el extremo la función financiera, reportando trimestralmente como si de una compañía cotizada se tratase. Pero, desde luego, las que lo hacen, esto es, las que cuentan con una dirección financiera potente y cuadros de mando actualizados casi al minuto (algo cada vez más fácil de automatizar), cuentan con una ventaja clarísima y su valoración es superior, así de claro. Como asesores M&A sufrimos la calidad de la información tanto en mandatos de venta como en mandatos de compra. En los primeros, la operación es mucho más complicada y las dudas dificultan el entendimiento del negocio por parte del comprador o inversor, llegándose incluso a descartar la operación o a estructurarla de tal manera que el vendedor arriesga más de lo necesario. En los mandatos de compra, padecemos el mismo problema. Hasta que no mantenemos numerosas conversaciones con la propiedad y su equipo no tenemos nada.

El día que resolvamos este problema, haciendo la información de pymes no cotizadas más líquida y fiable, su capacidad de acceder a capital aumentará enormemente, los inversores exigirán un descuento menor (i.e. mayor valoración) y las operaciones M&A serán más ágiles.

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