La formación de los sucesores de empresarios familiares en nuestra última década se puede catalogar, en la mayoría de los casos, como completa, plurilingüe y, por supuesto, muy superior a la de sus antecesores.
Este hecho sin duda es muy positivo, ya que el dominio de las nuevas tecnologías e idiomas, unido a una visión mucho más global del mundo empresarial, les otorga unas grandes aspiraciones profesionales. En ocasiones, esta preparación inspira hacia el emprendimiento (lo nuevo frente a lo tradicional) y pone en riesgo la sucesión en la gestión de la empresa familiar.
Según la RAE, el emprendimiento es el inicio de una actividad que exige esfuerzo o trabajo, o tiene cierta importancia o envergadura. Debemos intentar que este esfuerzo sirva para mejorar la buena marcha del negocio familiar y no salga de la esfera de la familia empresaria.
¿Cómo evitar que esto suceda? Debemos casar las aspiraciones de las nuevas generaciones con los valores de la empresa familiar. El talento y conocimiento debe servir de complemento e innovación para alcanzar el éxito. Se debe favorecer el «Intra-Emprendimiento» dentro de la empresa, para evitar la fuga de talentos en los que tanto esfuerzo y dinero se ha invertido.
Ser «Intra-Emprendedor» es fomentar, potenciar e impulsar las iniciativas dentro de la esfera de la empresa familiar. Vientos frescos harán que surjan nuevas ideas y líneas de negocio que ayuden a que el negocio familiar prospere. Los órganos de gobierno familiares deben favorecer que los jóvenes lleven a cabo ese espíritu emprendedor dentro de la propia empresa.
¿Cómo fomentar el espíritu emprendedor en las empresas familiares?
- Apostar por una Formación Global. El estudio de un buen Master in Business Administration (MBA) con una visión práctica es una herramienta que favorecerá el talento y espíritu creativo del joven miembro familiar.
- Inculcar a los jóvenes los valores familiares. En otros posts de nuestro blog hemos hablado de la importancia que tienen los valores en la empresa familiar. Podemos transmitir estos de diversas formas. Por ejemplo, invitando a los sucesores a participar en los Órganos de Gobierno de la familia, como la Asamblea Familiar o el Consejo de Familia. Otra segunda vía es facilitar el conocimiento del funcionamiento de la empresa a través de la realización de prácticas durante el período de estudios.
- Apoyar económicamente pequeños proyectos personales. No todo tiene que quedar dentro de la empresa. Al igual que la empresa familiar apoya económicamente la formación de sus jóvenes, sería positivo destinar una pequeña bolsa económica para proyectos personales de pequeña envergadura. Esto permitirá en cierto modo que los jóvenes tengan un ámbito mayor de actuación y asuman sus propios riesgos.
- No criticar el fracaso. Al igual que en el mundo de las startups, solo un porcentaje muy pequeño de ellas son las que tienen un éxito económico y financiero, las ideas de los futuros sucesores pueden fracasar. Desde la dirección de la empresa familiar no se debe realizar una crítica negativa a este fracaso, sino motivar y ayudar a que los jóvenes saquen lecturas positivas de esta falta de éxito.
- Crear foros de creatividad y mejora en la Empresa Familiar. Estos espacios para compartir nuevas ideas, mejoras, etc los pueden coordinar los nuevos miembros de la familia empresaria. Ellos pueden aplicar vías para fomentar un espíritu emprendedor en otros miembros y trabajadores de la empresa familiar.
- La familia actúa como una red social. Los contactos con los que cuenta la empresa familiar pueden ser de gran ayuda para favorecer una idea de emprendimiento, facilitando el crecimiento del negocio.
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