Método de Descuento de Flujos (I): introducción

Equipo de Redacción Empresax
2 noviembre, 2017

Es el método más utilizado en la práctica y, comúnmente aceptado para la valoración de empresas.

A la hora de valorar una empresa, son muy amplios la variedad de métodos disponibles para calcular dicho valor y entre ellos se encuentra el de descuento de flujos de caja o fondos. Siempre debemos tener en cuenta tres cuestiones imprescindibles: ¿Para qué se realiza? ¿Qué se pretende valorar? ¿Quién va a ser el destinatario de la valoración?

Una vez contestadas estas preguntas, uno de los métodos que será frecuentemente el ideal y, por tanto, más utilizado, es el método de descuento de flujos. Estos métodos tratan de determinar el valor a través de la estimación de los flujos de fondos que se generarán en el futuro, los cuales se descuentan a una tasa de actualización apropiada según el coste de los recursos financieros para la empresa y el riesgo al que se expone.

En este método vamos a identificar a la empresa como un ente generador de fondos, por lo que relacionaremos su valor con el cálculo actualizado de dichos fondos a una tasa de descuento apropiada. Los especialistas en finanzas corporativas coinciden en que este es el método más adecuado para valorar una empresa. La riqueza de los propietarios de una empresa (accionistas) dependerá del valor de las acciones, que a su vez está en manos de la capacidad que tiene la empresa para generar fondos.

Matemáticamente, el valor de la empresa se expresa de la siguiente manera:

Siendo,

Como vemos, en la utilización de este modelo aparecen tres aspectos muy relevantes que determinarán nuestro valor final:

  1. Flujo de caja a considerar (FCF). Dependerá de las estimaciones que el asesor realice una vez determinado aspectos como: la trayectoria anterior de la empresa, su plan estratégico futuro, el sector, la situación micro y macroeconómica, etc.

En el siguiente artículo de esta serie sobre el Método de descuento de flujos, ampliaremos este punto, y veremos los diferentes flujos de caja que el asesor puede utilizar para realizar la valoración.

  1. La tasa de descuento (K). Es la tasa a la cual se actualizarán los FCF de cada año. Se suele utilizar el CAPM o el WACC como tasa de descuento. Estos métodos dependen de demasiadas variables, por lo que en ocasiones es más práctico y realista utilizar una tasa discrecional entre un determinado rango (por ejemplo, entre el 8% y el 15%), dependiendo del riesgo de la empresa a valorar.
  2. El número de flujos a tener en cuenta y valor residual. El número de períodos a considerar variará sustancialmente dependiendo del motivo de la valoración. El criterio más utilizado es el de Weaver y Michelson, que en su modelo de valoración estipulan en 10 los períodos que, posteriormente, junto al valor residual, actualizan.

En cuanto al valor residual, lo definimos como el valor de la empresa desde el último FCF proyectado en el último (N) hasta el “infinito”. Para ello, estimaremos una tasa de crecimiento a largo plazo, comúnmente denominada “g”, que es la tasa a la que crecen los flujos de cajas libres desde el último FCF proyectado en N hasta el “infinito”.

Sobre este modelo decir que es un modelo teórico ideal, pero en la práctica es muy difícil de aplicar. La valoración de la empresa dependerá del valor que le otorguemos a ciertas variables, como el crecimiento de las ventas o la tasa de actualización. Por tanto, el componente subjetivo está muy presente. La experiencia previa del consultor es clave a la hora de realizar las estimaciones. Por último, señalar que este método es totalmente extrapolable a la valoración de ciertos proyectos de inversión, como la ampliación de una nueva línea de negocio.

Otros artículos de esta serie:

Método de descuento de Flujos (II): Cash Flows

Método de descuento de Flujos (III): la tasa de descuento

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